¿Cómo podemos hacer más plantas a partir de una sola? ¿Podemos hacerlo con todas las plantas? Años de investigación, prueba y error han desarrollado múltiples formas de «hacer nuevas plantas»
En este artículo te proporcionaremos toda la información que necesitas sobre propagación. Esta es la Guía Definitiva sobre propagación
- Información general
- ¿Qué es la propagación?
- ¿Se puede propagar cualquier planta?
- Diferentes prácticas de propagación
- Cómo elegir una planta principal
- Cómo propagar
- El proceso de crecimiento de una nueva planta
- Cuidados especiales para la propagación
- Cuándo transferir
2. ¿Qué es la propagación?
La propagación se refiere al proceso de crear nuevas plantas a partir de las existentes.
3. ¿Se puede propagar cualquier planta?
No todas las plantas se pueden propagar usando los mismos métodos. Algunas plantas son más fáciles de propagar que otras, y la tasa de éxito puede variar dependiendo de la planta específica y el método utilizado. Algunas plantas pueden ser propagadas usando varios métodos diferentes, mientras que otras pueden ser propagadas con éxito usando solo un método.
Es importante investigar los métodos de propagación específicos que son más adecuados para la planta que estás tratando de propagar. Algunas plantas pueden tener requisitos específicos de temperatura, humedad, o uso de hormona de enraizamiento para poder ser propagadas con éxito.

4. Diferentes prácticas de propagación
Hay varios métodos diferentes de propagación, incluyendo:
Semillas:
Las plantas pueden ser propagadas a partir de semillas, que son los óvulos fertilizados de una planta que contienen el embrión y el suministro de alimentos para la plántula.
Esquejes:
Los esquejes implican tomar un trozo del tallo, hoja o raíz de una planta y fomentar el crecimiento de raíces para desarrollarse en una nueva planta.
Acodo:
El acodo implica doblar una rama baja hacia el suelo y cubrir una sección de ella con tierra o compost para fomentar que produzca raíces.
División:
Algunas plantas, como las perennes, se pueden propagar dividiéndolas en secciones más pequeñas y plantando cada sección por separado.
Injerto:
El injerto implica unir un trozo de una planta (llamado vástago) al sistema de raíces de otra planta (llamada patrón). El vástago crecerá en una nueva planta que es genéticamente idéntica a la planta madre.
La propagación es una técnica útil para jardineros y agricultores, ya que les permite crear nuevas plantas sin tener que comprar nuevas semillas o plantas.

5. Cómo elegir una planta principal
Hay algunos factores a considerar al elegir una planta principal de la cual tomar esquejes:
Salud: Es importante elegir una planta sana que esté libre de plagas, enfermedades u otros factores de estrés. La salud de la planta madre afectará directamente la salud del esqueje.
Edad: Las plantas jóvenes tienden a ser más fáciles de propagar a partir de esquejes que las plantas más viejas.
Vigor: Elige una planta que esté creciendo vigorosamente, ya que esto indicará que tiene un sistema de raíces fuerte y es más probable que produzca esquejes exitosos.
Características genéticas: Si estás tratando de propagar una planta con características específicas, como un color de flor particular o variedad de fruta, asegúrate de elegir una planta madre que tenga esas características.
Facilidad de enraizamiento: Algunas especies de plantas son más propensas a enraizar que otras. Investiga la planta específica que te interesa propagar para determinar su facilidad de enraizamiento.
También es una buena idea tomar esquejes de varias plantas diferentes para aumentar las posibilidades de éxito. De esta manera, si un esqueje no se desarrolla, tendrás otros de los cuales depender.
6. Cómo propagar
Aquí hay algunos consejos generales para propagar plantas:
Elige plantas sanas y libres de enfermedades para propagar. Esto te dará las mejores posibilidades de éxito.
Selecciona el método adecuado de propagación para la planta con la que estás trabajando. Algunas plantas pueden ser propagadas a través de semillas, mientras que otras pueden ser propagadas a través de esquejes, división o acodo.
Sigue instrucciones específicas para el método de propagación que estés utilizando. Cada método tiene su propio conjunto de requisitos, como el tipo de suelo, la cantidad de humedad y el rango de temperatura necesarios para el éxito.
Usa herramientas y equipos estériles para prevenir la propagación de enfermedades.
Mantén las plantas propagadas en un área cálida, bien ventilada y con mucha luz. Riégalas regularmente, pero evita el exceso de riego.
Monitorea el progreso de tus plantas propagadas y aborda cualquier problema que surja lo antes posible.
7. El proceso de crecimiento de una nueva planta
El proceso de crecimiento de una planta propagada típicamente pasa por varias fases, incluyendo germinación, plántula y madurez.
Germinación: Esta es la primera fase de crecimiento, durante la cual la semilla comienza a brotar y a desarrollar raíces. La germinación se desencadena por la combinación adecuada de humedad, temperatura y oxígeno.
Plántula: Después de la germinación, la planta entra en la fase de plántula, durante la cual continúa desarrollando raíces y desarrolla su primer conjunto de hojas verdaderas. Esta es una fase crítica de crecimiento, ya que la planta se está estableciendo y volviéndose más independiente de su semilla.
Madurez: Después de la fase de plántula, la planta continuará creciendo y madurando, eventualmente alcanzando su tamaño y potencial completos. Esto puede tardar desde unas pocas semanas hasta varios años, dependiendo del tipo de planta.
Es importante proporcionar el cuidado y las condiciones adecuadas durante cada fase de crecimiento para ayudar a la planta a prosperar y alcanzar su máximo potencial. Esto puede incluir proporcionar la cantidad adecuada de luz, agua y nutrientes, así como proteger la planta de plagas y enfermedades.
8. Cuidados especiales para la propagación
Las plantas propagadas, o “propágulos”, a menudo son más delicadas y menos establecidas que las plantas maduras, por lo que pueden requerir cuidados y atención adicionales. Aquí hay algunas diferencias clave en el cuidado de los propágulos en comparación con las plantas maduras:
Riego:
Los propágulos a menudo tienen sistemas radiculares más pequeños y pueden ser más susceptibles a secarse. Es importante mantener el suelo húmedo, pero no encharcado, para evitar que el propágulo se seque o pudra.
Fertilización:
Los propágulos pueden no necesitar tanto fertilizante como las plantas maduras, ya que todavía están desarrollando sus sistemas radiculares y pueden no ser capaces de absorber nutrientes de manera tan eficiente. Es una buena idea usar un fertilizante balanceado y soluble en agua a la mitad de su concentración o menos.
Luz:
Los propágulos a menudo requieren más luz que las plantas maduras, ya que todavía se están desarrollando y necesitan energía para crecer. Asegúrate de proporcionarles mucha luz brillante e indirecta.
Temperatura:
La temperatura adecuada es importante para los propágulos, ya que son más sensibles a las temperaturas extremas que las plantas maduras. Es una buena idea proporcionar una temperatura moderada y constante y proteger los propágulos de corrientes de aire y calor o frío extremos.
9. Cuándo transferir
Hay algunos factores clave a considerar al decidir cuándo transferir una planta propagada:
Desarrollo de las raíces: Una de las consideraciones más importantes es el desarrollo del sistema radicular de la planta. Cuando las raíces han crecido más que su contenedor actual o se han vuelto densamente empaquetadas, es hora de trasplantar el propágulo a una maceta más grande.
Tamaño de la planta: A medida que el propágulo crece y se hace más grande, puede necesitar más espacio para seguir creciendo. Trasplantar la planta a una maceta más grande le dará el espacio que necesita para seguir creciendo y desarrollándose.
Salud de la planta: Si la planta muestra signos de estrés, como hojas amarillentas o mal crecimiento, puede ser el momento de trasplantarla a una maceta nueva con suelo fresco. Esto puede ayudar a la planta a recuperarse y seguir creciendo fuerte.
En general, el mejor momento para trasplantar un propágulo es cuando ha superado su contenedor actual y está listo para más espacio para seguir creciendo. Es importante manipular la planta con suavidad y cuidado durante el proceso de trasplante para minimizar el estrés y el daño a las raíces.