Tanto A como B contienen diferentes elementos que no pueden mezclarse en una sola botella debido a que se producirían reacciones químicas entre ellos.
Estos elementos son esenciales para una planta fuerte y saludable, y aunque también están presentes en la naturaleza, no se encuentran tan concentrados como en A y B.
Por eso, siempre debes:
Añadir primero el concentrado A al agua y mezclar bien.
Después añadir el concentrado B.
Esto evita reacciones químicas indeseadas y mantiene la eficacia de los nutrientes.