Sí. En Holanda, decimos: “Los números son conocimiento”. Es realmente importante medir el pH y la CE antes de abonar las plantas. Las circunstancias óptimas son cuando el pH y la CE están entre 5,8 y 6,5. Cuando el pH está por debajo de 5,8 o por encima de 6,5 las plantas pueden verse seriamente dañadas y perder su capacidad de crecer fuertes y sanas. Igual de importante es medir la CE. Cuando la CE es demasiado baja, puede producirse una escasez de nutrientes, muy perjudicial para la planta. Cuando la CE es demasiado alta, puede provocar intoxicaciones y quemaduras. Ambas cosas son igual de perjudiciales, por lo que siempre hay que seguir el calendario como guía.

En primer lugar, medir el pH y la CE es esencial para el crecimiento óptimo de las plantas. Vamos a explicar por qué: La CE, o electroconductividad, indica la concentración de nutrientes en el agua o en el sustrato, lo que podría determinar si las plantas sufrirán deficiencias o se quemarán con los nutrientes debido a una concentración demasiado alta de los mismos. El pH es una medida de acidez o alcalinidad. ¿Cuál es la manera fácil de explicar el pH y la CE? Si el pH no está dentro de un rango específico, puede causar acumulaciones minerales, pudrición de las raíces y deficiencias, entre otras cosas, a la planta. El rango óptimo de pH para una correcta absorción de nutrientes en el agua es de 5,8 a 6,5. La forma más fácil de explicar la diferencia es utilizando una taza de té. Suponemos que tienes una taza de té con azúcar. Azúcar = CE en nuestro ejemplo La temperatura del agua = pH La CE nos dirá la cantidad de nutrientes que hay en el agua o, en nuestro ejemplo, nos dirá la cantidad de azúcar que tenemos en nuestra taza de té. Cuanto más azúcar echemos, más alta será la CE, haciendo que nuestro té sea muy dulce. El pH indica si las plantas podrán absorber los nutrientes del suelo o, en nuestro ejemplo, la temperatura del agua nos dirá si podemos beber el té sin quemarnos la boca. Comprobamos la temperatura con regularidad para ahorrarnos una quemadura o esperar demasiado tiempo y que el té se enfríe. Las plantas no pueden comprobar su pH como nosotros podemos comprobar la temperatura de nuestro té, pero eso no significa que no sean sensibles a él. De hecho, las plantas son muy sensibles y sólo pueden absorber nutrientes (comparable a nosotros bebiendo té) si el pH está entre un rango de 5,8 – 6,5. Por lo tanto, debemos asegurarnos de comprobar regularmente el pH de nuestras plantas para evitar que se quemen los nutrientes o que surjan otros problemas.